Te amo, Oh mi Dios. Mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida.
Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios, y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti.
Te amo, Señor, y la única gracia que pido es amarte eternamente ...
Oh mi Dios, si mi lengua no puede decir cada instante que te amo,
por lo menos quiero que mi corazón lo repita cada vez que respiro.
San Juan Vianney
¿Cuál es su más profundo deseo? ¿Qué está haciendo para que se cumpla? Si dedicamos un poco de tiempo a estas preguntas, entonces puede ser que tengamos que reevaluar algunas de las cosas que estamos haciendo en nuestra vida cotidiana. Hay muchas cosas que tenemos que hacer; tareas, responsabilidades, etc. También hay muchas cosas que elegimos hacer. ¿Cuáles son esas cosas que elegimos hacer? ¿Son para nuestro bien o el bien de nuestra familia? ¿Nos están ayudando a crecer en nuestra amistad con Dios?
Esta última pregunta es la más importante y decidirá cómo será el resto de nuestra vida. Necesitamos tener siempre ante nosotros esta pregunta. Realmente podría ayudarnos hacernos estas preguntas: "¿Es la voluntad de Dios que yo haga esto? ¿Es bueno hacerlo? ¿Está en acuerdo con mi estado de vida, mi vocación? ¿Está en acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia? ¿Cómo voy a afectar a otros con mi decisión? ¿Me ayuda a crecer en el amor?" Si en cualquier momento respondemos que no a estas preguntas, entonces no deberíamos hacer lo que sea que estábamos pensando. En ese momento necesitamos la luz del Espíritu Santo y Su gracia para escoger lo bueno. Tomamos muchas decisiones cada día que se vuelve una rutina y muchas veces no somos conscientes de discernir si es o no la voluntad de Dios. Estas preguntas y una oración pidiendo la guía del Espíritu Santo nos ayudará a ser más conscientes de las decisiones que estamos tomando.
Al celebrar la solemnidad de la Santísima Trinidad este Domingo permítame sugerirle una práctica que ordenará correctamente todas las cosas mientras más la practicamos, la Señal de la Cruz. ¿Cuántas veces hace usted la señal de la cruz durante el día? Para mí es como diez veces, por lo menos, en un día lento. Al hacer la señal de la cruz en oración nos centramos en la vida de la Trinidad, nuestro Dios que nos ama y quiere guiarnos a la felicidad eterna con Él. Al hacer la Señal de la Cruz somos conscientes de lo que es más importante en nuestra vida, nuestra amistad con Dios. Cuando los beisbolistas Latinos hacen la Señal de la Cruz en público, lo aceptamos bien; sin embargo, ¿cuántas veces al día hace usted la Señal de la Cruz en público? ¿Se ha avergonzado usted de hacerlo antes del almuerzo o la cena con compañeros de trabajo o amigos? Es una maravillosa manera de ser consciente de nuestra intención en todo lo que hacemos y siempre nos meterá en el carril si nos hemos desviado. Esta breve oración seguramente dará significado, intencionalidad y orientación a su día. ¿Podemos empezar todo lo que hacemos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo?
Padre Jack D. Shrum