Queridos compañeros feligreses,
Hola, mi nombre es Sarah Bartel. Mi esposo, Nathan, y nuestras cuatro hijas nos sentimos muy bendecidos de ser parte de esta parroquia. Usted tal vez reconozca mi nombre por el artículo de la semana pasada acerca de la libertad religiosa. Esta semana me dirijo a usted en el comienzo de la Semana de Concientización sobre la Planificación Familiar Natural (20 al 26 julio), celebrada cerca del aniversario de la Carta papal Humanae Vitae, el 25 de Julio.
Cuando Humanae Vitae salió en 1968, el Papa Pablo VI afirmó que existe un vínculo profundo entre los aspectos unitivo y procreativo del sexo en el plan de Dios. En términos simples, esto significa que el vínculo afectivo y los bebés van de la mano. Cada acto sexual entre marido y mujer debe respetar la impresionante potencia que el acto tiene que permitir que Dios actúe a través de él para crear una nueva vida humana. Si esterilizamos la intimidad marital a través de la píldora, los métodos de barrera, la vasectomía o la ligadura de trompas, por ejemplo, a un nivel profundo dañamos el aspecto unitivo de nuestra relación con nuestro cónyuge, aunque no sea esa la intención.
Somos mayordomos de nuestra fertilidad. Utilizando métodos modernos de Planificación Familiar Natural (PFN), los esposos y las esposas identifican los días de cada mes en que la mujer es fértil. Las parejas planifican el tiempo para tener relaciones dependiendo de si tienen la esperanza de concebir o no. PFN es más eficaz que la píldora para evitar el embarazo, y también es increíblemente útil para las parejas que tienen dificultades para concebir. Hay muchos métodos diferentes de PFN que miden varios signos de fertilidad en el cuerpo de la mujer. Puede utilizar gráficas de papel, programas en internet, etcetera, incluso aplicaciones en su teléfono, para seguir los ciclos de fertilidad. Nathan y yo hemos utilizado PFN desde que recién nos casamos. Voy a concluir esta carta con algunas de las mucha razones por las que me encanta la Planificación Familiar Natural:
1. Nos desafía a confiarle a Dios profundamente el aspecto más íntimo de nuestro matrimonio. PFN nos ayuda a Nathan y a mi a tener la actitud de ser mayordomos reverentes del don de la vida y nos acerca más mutuamente.
2. PFN requiere y nutre la buena y frecuente comunicación acerca de las cosas realmente importantes, como nuestro futuro, nuestra relación, y cómo andamos de tiempo, dinero, salud, etcétera.
3. El marido y la mujer están "juntos en esto". Si ellos están evitando el embarazo, se sacrifican juntos. La carga del control artificial de la natalidad más a menudo recae solo en la mujer.
4. Salud: PFN no tiene efectos secundarios dañinos y ayuda a la detección temprana de problemas de salud, como el syndrome quistes en los ovaries (PCOS), endometriosis, y problemas de tiroides. Por el contrario, la píldora, por ejemplo, es un carcinógeno de clase 1, se sabe que causa varios tipos de cáncer, coagulación peligrosa de la sangre, depresión y disminución de la libido (irónicamente). Todos los métodos artificiales tienen efectos secundarios físicos nocivos, además de efectos espirituales secundarios dañinos.
5. Los niños son vistos como una bendición que fluye de nuestro amor (y el de Dios), y no como una amenaza peligrosa o un "error". PFN es 100% pro-vida, mientras que el DIU y la píldora a veces pueden provocar el aborto antes de que el nuevo bebé se implante en el útero.
Para aprender más sobre la PFN, la página de internet de la Arquidiócesis de Seattle enumera los instructores locales (http://www.seattlearchdiocese.org/CFF/FamilyLife/NFP.aspx). La página de internet de los Obispos de los Estados Unidos, la USCCB, tiene más recursos relacionados con la Semana de Concientización sobre NFP (www.usccb.org) ¡Que Dios los bendiga a todos!
Amor,
Sarah Bartel