La Caja.
Una reflexión sobre la oración por las vocaciones.
Hace algunos años, tuve el privilegio de conocer a un Hermano y Sacerdote Franciscano en Bend, Oregon. Padre Mike viajaba cada semana en su carro viejo de ciudad en ciudad, celebrando misa y visitando hogares. Aprendió Español muy bien y, ahora en sus ochentas, sigue muy activo dirigiendo retiros para parejas casadas y ayudando a otros sacerdotes cuando tienen que tomar un descanso.
En su amor por el pueblo de Dios, Padre Mike vio en mí potencial para el ministerio (lo cual a veces me hizo dudar de su sabiduría.) Su influencia y su preocupación por mi me ayudaron en mi jornada descubriendo mi llamado y, finalmente, él fue testigo de mi boda. Orando por mí y caminando y conversando conmigo en largas caminatas, él me ayudó a descubrir mi vocación.
Las parroquias de San Andrés y Santos Cosme y Damián han sido bendecidas con el ministerio y el liderazgo de dos sacerdotes. ¡Alabemos a Dios por su ministerio entre nosotros! No muchas parroquias disfrutan de tal bendición y privilegio. Necesitamos más personas que respondan al llamado a ser no sólo sacerdotes, religiosos y religiosas, sino también más personas que respondan al llamado a vivir su vocación al matrimonio y a la auténtica vida de soltero.
Hagamos nuestra parte en la promoción de las vocaciones. Recientemente el Padre Jack nos invitó a continuar un ministerio de oración que se inició en nuestras parroquias en 1978 y que por alguna razón estaba suspendido, hasta que lo reiniciamos a principios de este año ⎯La Caja de Oración por las Vocaciones.
Todos los Miércoles por la noche, en el envío de la Misa de 6:00 pm, una familia recibe la caja para llevarla a casa por una semana; la regresan antes de que la Misa comience el siguiente Miércoles por la noche. En casa, rezan por las vocaciones al sacerdocio, a la vida religiosa, al matrimonio o a la vida de soltero, y conversan acerca de sus propias vocaciones. La caja contiene un hermoso pequeño crucifijo y varios libros de oración, algunos especialmente para los niños. Invitamos a todos a ser parte de este maravilloso ministerio de oración. ¡Todos podemos participar! Por favor llame a nuestra oficina para apartar su semana. La parroquia necesita sus oraciones y su respuesta a su propio llamado de Dios.