Queridos amigos,
Esta semana les escribo con un corazón lleno de gozo y triste a la vez. Estamos celebrando la fiesta de nuestro gran santo patrón, San Andrés. Este es siempre un momento que me trae gran alegría al celebrar lo que somos en relación con él. Por ser él nuestro patrono podemos mover su fiesta al Domingo. Por lo general, movemos la fiesta al Domingo más cercano, ya sea antes o después de la fecha de su fiesta, el 30 de noviembre. Como el Domingo siguiente es el Primer Domingo de Adviento, que no puede omitirse y el Domingo anterior es la Solemnidad de Cristo Rey, que tampoco puede ser omitida, pues hemos movido la fiesta a este Domingo y nos preparamos para el fin del año litúrgico y el comienzo de uno nuevo, cerrando con la celebración de nuestro santo patrón.
San Andrés es un magnífico guía y ejemplo en nuestro camino como discípulos de Cristo. Les recomiendo que lo conozcan un poco mejor leyendo las Escrituras donde él se menciona. Tuvimos la oportunidad de hacer esto en el Concejo Pastoral y ha dado frutos en el desarrollo de nuestra nueva misión, la cual escucharon en la homilía. Voy a imprimirla aquí la próxima semana también. Al escribir esta carta todavía no la hemos completamente concluido en el Concejo Pastoral.
Nuestra misión brota de nuestra respuesta a Dios como discípulos. Al igual que San Andrés, hemos sido llamados a servir a Dios. De una manera maravillosamente única, Dios nos ha creado a cada uno de nosotros y nos ha dado dones para construir el Reino aquí en Sumner. Si ustedes no lo han hecho ya, por favor llenen y entreguen sus tarjetas con su compromiso de mayordomía, después de haber hecho oración para discernir cómo Dios los está llamando a responder. Fue ese corazón en búsqueda y orante que llevó a San Andrés a reconocer y seguir a Cristo. Oren y pídanle a San Andrés que les ayude a escuchar cómo Cristo está llamando a cada uno a responder a su amor.
Como dije al empezar esta carta, también estoy triste. Este dolor es por los muchos miles de hermanas y hermanos nuestros que están sufriendo por el tifón en Las Filipinas. Es difícil imaginar la devastación que esta enorme tormenta causó. El Tifón Haiyan es la tormenta más poderosa que se recuerde y ha causado miles de muertos y cientos de miles de personas están sin alimento y refugio. La gente de Las Filipinas necesitan nuestra ayuda y los Obispos Católicos de los Estados Unidos piden que ayudemos en este esfuerzo. Nuestra organización caritativa es Servicios Católicos de Socorro/Catholic Relief Services, que ya está en el territorio y en acción ayudando a las personas que más lo necesitan y de la manera más rápida posible.
Cómo están ayudando los Servicios Católicos de Socorro.
El personal de CRS comenzó a prepararse desde que la tormenta se aproximaba y está trabajando en coordinación con Caritas Filipinas, el Gobierno de Las Filipinas y otras organizaciones humanitarias.
CRS está inmediatamente distribuyendo miles de viviendas temporales. Cada uno puede albergar a una familia de cinco personas y 32 mil de estos refugios están llegando a la Ciudad de Cebú, cerca de la zona de desastre en los próximos días.
Además de los refugios, CRS está entregando miles de paquetes de higiene personal, que incluyen jabón, toallas y pasta de dientes, así como paquetes con recipientes de plástico, utensilios de cocina y otros artículos necesarios.
CRS se ha comprometido a aportar una suma inicial de 20 millones de dólares para ayuda inmediata y para la recuperación.
Colecta Nacional.
El Cardenal Timothy M. Dolan, Presidente saliente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) ha pedido una colecta nacional para las necesidades humanitarias e institucionales de la Iglesia Católica en Las Filipinas y las zonas circundantes afectadas por el tifón Haiyan, tan pronto como sea posible. Estos fondos se utilizarán para apoyar los esfuerzos de la USCCB y CRS para responder a las necesidades urgentes de agua, alimentos, refugio y atención médica y para ayudar en la recuperación a largo plazo. Los fondos de esta colecta también se utilizarán también para apoyar la reconstrucción de la Iglesia a largo plazo.
Si desean hacer una donación a este esfuerzo, pueden hacerlo en la colecta especial el próximo Domingo o pueden ir directamente al sitio de internet CRS.org y seguir el enlace para donar directamente a las actividades de socorro en Las Filipinas. En este tiempo también tenemos que apoyar en oración a nuestros hermanos y hermanas que están sufriendo por la pérdida de sus hogares y seres queridos. El Arzobispo Sartain celebrará una misa por las víctimas del tifón el Viernes 22 de Noviembre a las 12:10 pm en la Catedral en Seattle. Si no pueden asistir a la misa, únanse en oración a todos los fieles que se reunirán con el arzobispo ese día.
San Andrés, ruega por nosotros.
Padre Jack D. Shrum