'Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo.
Queridos amigos,
Hemos llegado a los últimos días de nuestra preparación y estamos contando los días hasta que el Señor venga. Comenzando el 17 de Diciembre la Iglesia cambia su enfoque en la liturgia. Ya no estamos contando desde el Primer Domingo de Adviento; ahora estamos contando los días hasta el día del nacimiento del Salvador. Comenzando el día 17, en el rezo de la tarde, cada día tenemos para la Antífona Mariana lo que conocemos como "las Antífonas de Adviento" o “Antífonas Oh’. Estas antífonas están representados en las pinturas que actualmente se exhiben en la iglesia, arriba del coro. Cada una proclama un título del Mesías como los profetas lo proclamaron en el Antiguo Testamento y culminan con una antífona que no está en las pinturas en la iglesia: "¡Oh Emmanuel!". Voy a enumerarlas aquí para sus preparativos en estos últimos días de Adviento.
Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad,
¡ven y muéstranos el camino de la salvación!
Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley,
¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!
Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones,
¡ven a librarnos, no tardes más!
Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nae puede cerrar, cierras y nadie puede abrir,
¡ven y libra los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte!
Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la Luz Eterna, Sol de justicia,
¡ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte!
Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo,
¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!
Oh Emmanuel, Rey y Legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos,
¡ven a salvarnos, Señor Dios nuestro!
Cada antífona es insistente en repetir el comando, ¡VEN! Cada una termina en exclamación, ya que clamamos a Dios que nos envíe un salvador. En estos días, al pensar en la tan esperada venida de nuestro Dios, los animo a reflexionar sobre estos títulos de Cristo y dejen que despierten ese anhelo para recibirlo en sus corazones.
Leyendo las reflexiones del Arzobispo Sartain para nuestra jornada de Adviento, dos preguntas se me han quedado grabadas en estos días: "¿Qué necesito para Navidad?" y "¿Qué voy a regalar a Jesús para la Navidad?" Cada una de estas preguntas suele ignorarse, por el egoísmo de pensar en lo que quiero y en lo que voy a dar a los demás. Como se recalcó a los niños en la VBS, “¿cómo te sentirías si todo el mundo estuviera celebrando tu cumpleaños pero en realidad nadie te prestara atención?”
Padre Jack D. Shrum